2007-10-31

Cocainaren infernua



Hurrengo hau cocainara engantzatuta zegoen neska baten historia da, benetan oso interesgarria. Aldizkari batetik ateratakoa da eta erderaz dagoenez horrela ustea pentsatu dut, euskerara pasatuz gero…"perderia toda la gracia”. Beraz, hona emen bere bizipenak:


Tuve una infancia privilegiada. Mis dos hermanos y yo crecimos en una casa llena de lujos y con unos padres que nos adoraban.
El colegio privado era un centro bastante elitista que acogía a hijos de muchas personalidades de la vida pública: políticos, actores… En ese colegio vi por primera vez a una persona esnifando una raya de cocaína en el baño. Era una tipa de mi curso, muy guapa. Le pregunte por qué se metía eso y me dijo que le daba energía y la ayudaba a no pasar demasiada hambre. Me invitó a probarla y como me sonó fenomenal eso de que te quita el cansancio y el apetito, la pobre.A los 16 años.


Al volver a clase me sentí llena de energía y le hice un montón de preguntas a la profesora.
Volvi a probar la coca en una fiesta que hicimos con amigos suyos de fuera del colegio y algo mayores que nosotras. Toda esa peña consumia coca.


Al de nada, me metía todos los viernes, después, viernes y sabado y, casi sin darme cuenta, acabé metiendome todos los días.


Una de las razones que me impulsaban a esnifar era el valor que me daba la coca, porque me atrevía a todo. Además, mis padres me daban una generosa paga cada fin de semana, así que podía comprarme la ropa de diseño que quería y gastarme el resto en droga.


Al año siguiente, les dije a mis padre que quería dejar de estudiar, y asi lo hice.
Durante ese año me enteré de muy poco de lo que pasaba en mi familia, yo iba a lo mio y apenas me afectó que mis padres decidieran separarse.Aquella vida me parecia genial, aunque solía estar tan pasada que la mitad de las veces no podía ni hablar.


Ese año, mi amiga empezo a vender coca y lo único que me importaba era drogarme, así solo me relacionaba con peña que consumia.


Conocí a Carlos, también adicto, nos enamoramos, tal vez era solo la coca, pero me fui a vivir con él a las pocas semanas. Todo nuestro mundo giraba alrededor de las salidas nocturnas y la droga. Mi madre me llamaba por telf todos los días y me decía que cuando estuviera lista para la desintoxicación ella estaría allí para ayudarme. Solo pesaba 43 kilos, me habia lesionado tan seriamente el paladar con la coca que sólo podía comer cosas frías y líquidas. Me sangraba la nariz continuamente. Tenía 19 años.


Se me olvidaban las cosas y todo lo dejaba a medias.Pero yo me seguia diciendo que podía dejarlo cuando quisiera, que la coca no enganchaba tanto como la heroína.
Al de un tiempo, solo quería quedarme en casa, con mi drogita. Y para olvidarme de mi nariz que sangraba y de mis dificultades para respirar, esnifaba más. Dejé de ducharme y de cuidarme. Y una mañana me levanté y, al mirarme al espejo me vi la cara cubierta de manchas y bultos. Llamé a mi madre y le dije que me quería poner bien.


Al día siguiente fuimos a la clínica, me hicieron una analítica y la cantidad de droga en mi sangre era tan alta que me ingresaron. Además, la doctora me dijo que mi paladar y mi tabique nasal se estaban desintegrando y que si seguia consumiendo en dos meses se destruirian.
Esperaba que me dieran algo para curar mi enfermeda, pero en lugar de eso pasé el mono yo solita: me rasque la piel hasta hacerla sangrar, hubiera dado cualquier cosa por meterme solo un poquito. Sudaba, temblaba, estaba en un estdo de pánico, me tiraba contra las paredes…Mis padres, se culpaban a si mismos por no haber sido capaces de impedirlo.
Estuve ingresada 3 meses y al caba de ese tiempo volví a preocuparme por mi físico. Empecé a ser capaz de permanecer quieta en uuna silla durante más de 1min. Senti que tenía ganas de vivir.
No tenía amigos, rompí con Carlos, no tenía estudios, y debía empezar a valerme por mí misma.
En el año y medio posterior a la rehabilitación recaí 2 veces.
Han pasado 6 años, tengo pareja, trabajo y soy voluntaria en una organización que educa a los niños sobre la droga y sus peligros. Sigo yendo a terapia 2 veces por semana y me sigue apeteciendo meterme una rayita, pero he aprendido que puedo evitar consumirla."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me ha llegado mucho este arituculo que as publicado. Sinceramente refleja la realidad, y hoy en dia mucha gente se encuentra en la misma situacion y otra mucha gente no esta aqui a consecuencia de ello.
Yo la e probado y sinceramente, me ha gustado,pake nos vamos a mentir. Y es muy facil kaer, porque la sensacion que te produce, desde mi punto de vista es...nose como definirno,estas tu, kontingo misma disfrutando de una situacion.
Yo solo quiero decir que ai ke andar con mucho kuidado y saber lo que se hace.