"El trabajo aquí es tranquilo. Me gusta porque la clase de gente con la que se trabaja acá es diferente a la de allá, a los muchachos del otro lado.
Allá en Guatemala mi trabajo es diferente, trabajo de servir mesas y de varias cosas, soy masajista también y así pues, tratando de ver cómo me sale la vida.
Mi marido y yo nos separamos, tuvimos hijos, ellos están ahora con la abuela. Yo trabajo para mandarles dinero.
Aquí en esta zona donde trabajo son centroamericanas las que se dedican a lo mismo que yo. La mayoría son hondureñas.
Puedo decirle con seguridad que aquí los clientes son respetuosos, al menos con los que yo trato, ninguno me ha faltado al respeto.
Lo respetan a uno bastante aunque trabaje uno en estos lugares. Los clientes mexicanos son muy diferentes a los centroamericanos, aquí no lo menosprecian a uno.
Yo atiendo a mis clientes aquí, cada una de nosotras tiene su propio cuarto y si los clientes quieren ir a nuestros cuartos pues los llevamos, si no, pues nos invitan a salir.
Yo salgo cuando ellos así lo quieren, yo no tengo desconfianza. Cuando salgo, salgo aquí cerca, nunca voy lejos, nomás aquí alrededor.
Cada semana nosotras acudimos a una revisión médica, gente de la Secretaría de Salud viene por las noches a preguntarnos si ya hemos ido a revisión.
Todo está muy controlado aquí con nosotras, con las "ruleteras" no, con ellas todo es muy diferente, por eso los muchachos prefieren venir acá porque saben que nosotras estamos registradas.
Los clientes aquí pagan, por un rato, ciento cincuenta pesos (US$ 15.00), lo menos son cien pesos (US$ 10.00), por toda la noche cobramos hasta quinientos pesos (US$ 50.00) dependiendo de la hora.
En mi casa no saben que me dedico a esto, yo les he dicho a ellos que trabajo en restaurantes.
En Guatemala a veces trabajo en casas, hago enfermería, entonces mi familia sabe que me dedico a ese oficio, es así como de vez en cuando me vengo para acá, para México y de mi familia soy la única que ando así en esto.
Me dedico a esto porque me gusta conocer, pero cuando pasa algún tiempo y me aburro pues me regreso a mi casa y trabajo de otra cosa.
La primera vez que tuve relaciones sexuales con un cliente, lo hice porque necesitaba dinero
y pues fue muy diferente a como estaba acostumbrada con mi marido, pero pues uno lo va tomando así y pues ya que es pagado pues uno nada más debe de complacer al cliente pero no tan al extremo porque uno también pone sus reglas, no todo lo que le pida el cliente va a hacer uno.
Las autoridades aquí nos respetan, las "ruleteras", las que andan en la calle, ellas se meten en muchos problemas, a veces van a dar al bote (a la cárcel) pero luego salen y vuelven a lo mismo".
"Nosotras no tenemos problemas, a nosotras ya nos conocen las autoridades".